Este es uno de los juegos con los que más disfrutó el peque el año pasado y aún sigue con ello.
Por lo que he leído y releído ayuda a desarrollar la concentración, motricidad fina y a facilitar el manejo del lápiz con la escritura.
Por una parte nos encontramos ante una actividad con materiales muy accesibles,nuevas experiencias y según le vamos añadiendo elementos podemos enseñarlos a contar.
Anteriormente lo hacía sin números,tan sólo pasar elementos que pudiera coger con las pinzas y pasar al otro lado sin caerse.
Ahora que maneja mucho más el control de la pinza y sabe contar hasta cinco,he introducido en este caso unas almendras con los números correspondientes pintados con rotulador en la cáscara,para que de paso lleve un orden.
Pasado este paso,vamos marcha atrás, contando y pasando al recipiente pero del cinco al uno.
Es increíble lo rápido que aprende !!!
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